Viviendo la vida contigo

A pesar de que te dejé y cambié de ser, dejé grabado tu nombre muy dentro de mi ser. 

Es que sin tenerte, sin verte, siempre te tenía presente en el mundo onírico ese en el que nunca te quise dejar. 

Sí te borré un tiempo de mi vida pero no de mi corazón, peleaba conmigo mismo, con mi inseguridades y con lo que pensaba que estaba mal – todavía peleó, ja – .

Y ahora cuando me volviste a mirar, me hiciste sentir que hay un fin real por vivir. 

Me hiciste evolucionar, me hiciste llorar, me hiciste cambiar, me hiciste amar.  

Solo cuando me sonríes me haces sentir seguridad y ser consciente de lo que bello que todo es, porque contigo nadie más es mejor. Todo es tan lindo como escuchar tu voz. 

Contigo puedo evadir la realidad, y ser nuevamente un ser racional. 

Contigo puedo crear, encontrar la vereda que debo caminar.

Y todo lo cambias con la tesitura de tu voz, y haces que cada día brille más cuando despiertas y abres los ojos. 

Y contigo puedo sentir que no hay nada que no pueda hacer, pues tu completas eso que faltaba en mi ser. 

Es cuando te pones a sonreír y me haces perderme en el infinito del tiempo, pues al escuchar tu voz, cierro mis ojos y siento tus labios. Y con eso siento tranquilidad, la paz de simplemente estar frente a ti. 

Contigo puedo ver la vida de color rosa, y ese tono me hace encontrar la felicidad. 

Y solo es con un beso tuyo que puedo viajar, y entrar en eso que solo tú y yo podemos descifrar. 

Y ahora es cuando mi alma solo quiere estar junto a la tuya, lentamente. 

Contigo quiero vivir, quiero soñar que existe solo esta realidad, congelando cada momento de tus besos. 

Contigo quiero despertar, ver el horizonte lleno de estrellas y el Sol iluminando tus ojos. 

Contigo Ariadna quiero desafiar eso que jamas nadie pudo pensar. 

Y solo deseo, Ariadna, que el amor siempre me guíe al camino de tus labios y tu mente. Infinitamente.