Lo Mucho Que Eres Siendo Como Eres

Aunque miles de cosas hermosas pudiera ver a diario, en cualquier lugar, en la noche o por el día, nada podría concebirse como una de tus sonrisas, cuya permanencia aclara las preocupaciones de mi vida.

Cada mirada y palabra que la gente puede inferir para ti y hacia ti es más bella de lo que crees, y de lo que ni siquiera puedes definir, es raro pero, qué tanto significas para otros. ¿De qué modo podrías ver eso que yo puedo definir? Ojalá llegué el momento en que creas eso que siempre te señalo.

Y el sólo hecho ver tu caminar, sentir tu respiración, hace que los sentidos se nublen y renazcan en un sueño austral, inmenso, en una armonía sólo pensada para ti. Mientras tú, sólo tú, coincides con el universo y lo casi perfecto, eso que tiene sincronía en lo bello, fuerza que crea maldades y estabilidad en todo lo impenetrable y sigue los cánones de una deidad.

Mortal y simple mujer eres entre los muchos, eres eso porque nadie te ha querido comparar con el milagro del tiempo y los mismísimos ángeles que ven tus grandes ojos. Las confabulaciones eclesiásticas serían, lo sé, mejores con una personificación femenina como tú.

Pero ya que eres parte de la sociedad mortal, esa que viste, come y trabaja, tú persona y andar son humildes ante las reacciones vagas y banales. Es por ello que tu integridad y valores son más interesantes que la beldad que puedas irradiar.

Entonces, sólo queda el despertar cada mañana pensando en ti, viendo tu cabello, tus ojos, tu boca y todo eso que eres y que a veces aborreces.

Cada día, cada noche, cada momento serían como esa vez que te vi por primera vez, cuando todo cambió, detalles quedarán detonados por ti infinitamente para mí.

Tú serás parte de lo que sólo yo tendré para el infinito recuerdo de lo hermoso, sólo eso serás.