sábado, marzo 24, 2012

México y Sus Mágicas Comidas


Quien haya comido manjares en México sabrá que más de un platillo abrumó sus sentidos, y es que la versatilidad de olores, sabores y texturas es increíble e inigualable.

Desde los Chiles en Nogada, con su granada y crema, resaltando los sabores que iniciaron el mestizaje y el linaje de esta sociedad.

Los nopales que entre sus espinas y peculiar sabor guardan la historia de la fundación de un pueblo que divisó a un águila comerse una serpiente. El mole que entre sus innumerables ingredientes escode un estigma religioso y político.

Todo alimento en el país es bendecido por Dios, y por Dios la comida nació en esta región. Nadie podrá alejar su paladar del sabor de los vinos del Valle de Guadalupe, en Ensenada; ni podrá optar por no saciar su hambre con la carne seca o burritos en el norte de este territorio.

Y quién no querrá brindar con un poco de pulque, y vivir las contrariedades del sabor que ancla en la lengua de los que se atreven a beberlo.

Y sin duda uno podría ir a Oaxaca y ver sus histórica ciudad, comer unas tlayudas con cecina, degustar unos gusanos de maguey y extasiar sus sentidos con un mezcal reposado.

Y de Michoacán a Jalisco podríamos pasar comiendo tacos de carnitas o birotes rellenos del puerco con ahogados en la salsa de jitomate, claro sin dejar atrás un buen sorbo de tequila.

Y así uno podría seguir con los manjares del mar en Veracruz, los salbutes y panuchos de la legendaria ciudad maya de Yucatán.

Indudablemente, de comidas podría llenar muchos versos, no obstante los sentidos serán los dichosos al disfrutar cada comida en cada mágico lugar de México.

Y de norte a sur, de este al oeste, la República Mexicana es un sin fin de posibilidades que se expanden como su gente, su clima, su cultura y su comida. Es el lugar donde los ancestros Aztecas y Mayas eligieron para quedarse y descubrir los más deliciosos alimentos del orbe, mismos que compartirían con el mundo entero.

México es una delicia por descubrir… sólo hay que comer para vivirlo.